¿Cómo podemos saber sin lugar a dudas que Jesús realmente resucitó de entre los muertos– que este acontecimiento singular no es una predilección extraña por parte del cristiano, sino que es más bien fe fundada en hechos irrefutables?
Como cristianos, debemos estar preparados para demostrar que la resurrección de Cristo fue un acontecimiento que se produjo en el tiempo y en el espacio, que fue, en realidad, histórico y no mitológico (cf. 2 Pedro 1:16).
La importancia de este acontecimiento no puede ser minimizada, porque Jesús mismo proclamó que Su resurrección probaría Su poder sobre la muerte, y así Su deidad (Juan 2:18-22). No solo eso, sino que la resurrección de Cristo es el corazón mismo del Evangelio (1 Corintios 15:1-4).
Cuando comencé a examinar las evidencias para el cristianismo, descubrí que la creencia en la Resurrección no constituye un salto ciego en un abismo oscuro, sino más bien un paso hacia la luz. De hecho, la evidencia de la resurrección de Cristo es tan abrumadora que nadie puede examinarla con una mente abierta que desea conocer la verdad sin convencerse de su verdad.
De las muchas evidencias disponibles, ninguna es más convincente que el hecho de que Cristo resucitado se apareció a más de quinientos individuos a la vez (1 Corintios 15:6). Cristo también se apareció a muchas otras personas, proporcionando «muchas pruebas convincentes» de Su resurrección (Hechos 1:3). Cristo en Su cuerpo de resurrección fue tocado incluso en dos ocasiones (Mateo 28:9; Juan 20:17), y desafió a los discípulos (Lucas 24:39) y a Tomás (Juan 20:27) a sentir Sus heridas.
Para aquellos que siguen albergando dudas sobre la veracidad de la evidencia bíblica, solo hay que señalar al Dr. Simon Greenleaf, la mayor autoridad en evidencias jurídicas en el siglo XIX. Cabe destacar que después de examinar la evidencia para la resurrección de Jesucristo, Greenleaf sugirió que cualquier interrogatorio de los testimonios de testigos oculares registrados en las Escrituras resultaría en «una convicción inundada de su integridad, capacidad y verdad».