Primero, cuando Jesús dijo: «Sobre esta roca construiré mi iglesia», se refería a Pedro. Digo eso porque las dos palabras griegas – petros y petra – básicamente significan lo mismo. Son diferentes formas de la misma palabra.
Uno es masculino y el otro femenino. Esa es la única diferencia real. Jesús estaba diciendo, «Pedro, eres un hombre de roca.»
Segundo, cuando Jesús dijo: «Sobre esta roca edificaré mi iglesia», dijo después de que Pedro hiciera su gran confesión de fe.
El momento es crucial. No es como si Jesús mire a su alrededor y diga, «Bueno, eres lo mejor que tengo para que tengas que ser el único». No, Jesús no estaba buscando a un tipo caído en el que construir su iglesia. Pedro no pudo haber sido la roca hasta que hizo la gran confesión.
Es decir, la roca no es Pedro el dudoso o Pedro el negador. La roca es Pedro el creyente y Pedro el confesor. La roca es Pedro mientras confiesa públicamente que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Sobre esa roca Jesús construirá su iglesia.
Tercero, cuando Jesús dijo: «Sobre esta roca edificaré mi iglesia», dijo a Pedro como representante de todos los apóstoles. Recuerde que mencioné que la pregunta era en plural – «¿Quién usted (plural) dice que soy?» Jesús no le preguntaba a Pedro solo; él estaba preguntando a todos ellos. Cuando Pedro respondió, no estaba respondiendo solo por sí mismo; él estaba respondiendo por todos ellos. Y cuando Jesús dijo: «Tú eres la roca», no hablaba solo de Pedro. Hablaba de todos los apóstoles.
Creo que Jesús estaba diciendo, «Pedro, eres una roca. Y sobre ti, y hombres como tú, construiré mi iglesia». Ahora, decir que no es estar de acuerdo con todo lo demás que otras personas pueden decir acerca de que Pedro es la roca. Pero es decir que Pedro es la base de la iglesia en el sentido de que, cuando hizo esa confesión -y todos los apóstoles con él- él era la roca – y eran las rocas sobre las que se construye la iglesia.