lllᐅ ¿Estaríamos Perdidos sin la Resurrección de Jesús?
sin resurreccion no tendria sentido

¿Estaríamos Perdidos sin la Resurrección de Jesús?

Una familia estaba viendo The Greatest Story Ever Told, una película sobre la vida de Cristo. Uno de los niños de la familia estaba profundamente conmovido. Mientras Jesús viajaba al Calvario, las lágrimas rodaban por sus mejillas.

Se sentó absolutamente en silencio hasta que Jesús había sido derribado de la cruz y puesto en la tumba. Entonces de repente sonrió y gritó emocionado: «¡Ahora viene la parte buena!»

¡Ahora viene la parte buena! ¡De hecho sí! La resurrección de nuestro Señor es la base de nuestra fe. ¡Sin él, estaríamos perdidos! Sin la resurrección de Jesucristo:

El Evangelio no tendría sentido.

Si confiesas con tu boca a Jesús como Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo (Romanos 10:9).

El perdón de los pecados sería desesperanzador.

Y si Cristo no ha sido resucitado, vuestra fe no vale nada; todavía estás en tus pecados (1 Corintios 15:17).

La vida actual no tendría gozo.

Entonces los que también se han quedado dormidos en Cristo han perecido. Si hemos esperado solo en Cristo en esta vida, somos de todos los hombres más para ser compadecidos (1 Corintios 15:18-19).

Vivir con Dios sería infructuoso.

Verdaderamente, de verdad, os digo, el que cree en Mí, las obras que yo hago también lo hará; y obras más grandes que éstas; porque voy al Padre (Juan 14:12).

La vida futura no valdría nada.

No dejes que tu corazón se afloje; creer en Dios, creer también en Mí. En la casa de Mi Padre hay muchos lugares de morada; si no fuera así, te lo habría dicho; porque voy a preparar un lugar para ti (Juan 14:1-2)

¿Entiendes lo que está en juego? Si no hay resurrección, no hay Evangelio; si no hay Evangelio, no hay perdón del pecado; si no hay perdón del pecado, no hay gozo presente; si no hay alegría presente, no hay esperanza futura.

Podemos sentarnos en silencio durante parte de esta vida; podemos derramar abundantes lágrimas de tristeza mientras observamos y esperamos. ¡Pero recuerden que Cristo está preparando un lugar para nosotros en la casa de Su Padre… y luego viene la parte buena!