Una cosa notable acerca de la ascensión es que afirma que el cuerpo físico de Cristo fue al Cielo después de su resurrección.
Esto es lo que los credos llaman su «mismo cuerpo», afirmando que también nuestros mismos cuerpos serán restaurados en nuestra resurrección.
Algunos cristianos se imaginan que Cristo se deshizo de su humanidad y volvió a ser un ser completamente espiritual cuando regresó al Cielo. Pero esto es falso. La ascensión crea un cambio de paradigma.
La verdad no es que Jesús se convirtió en un bebé en Navidad, y luego 33 años más tarde vino la resurrección y la ascensión y luego dejó de ser un hombre.
La resurrección demuestra que la encarnación no es temporal. Pero aun así podría preguntarse si habiendo derrotado a la muerte en la resurrección, cuando llegó el momento de volver al Cielo, Cristo podría haber dicho «el tiempo, ya no tiene sentido ser un hombre» y derramarse de un cuerpo y retomar la forma (o falta de forma) inherente a ser el segundo miembro de la trinidad.
Podría haber «disuelto» o «desaparecido», pero en su lugar ascendió físicamente a un lugar, del cual regresará físicamente a la tierra en el mismo cuerpo físico. Así que Jesús se convirtió en un hombre (primera venida, encarnación), derrotó a la muerte y asumió su cuerpo eterno como hombre (resurrección), y regresó al Cielo como hombre (ascensión) y regresará como hombre (segunda venida; y como nuestras primicias levantando nuestros cuerpos propios como cuerpos como el suyo).
Reinará sobre la Nueva Tierra como el Dios-hombre. Se ha convertido en un miembro permanente de la raza humana.
Así que si alguna vez te desean poder caminar por la tierra con Jesús, como hicieron sus discípulos, buenas noticias… si lo conoces, lo harás. Tendrás un nuevo cuerpo (levantado) y será una Tierra Nueva (elevada), pero realmente serás tú, realmente será Jesús, y realmente será la Tierra. Sin pecado, sin muerte, sin maldición. Seré yo sin todas las partes malas, y la Tierra será la Tierra sin todas las partes malas. (Los cuerpos nuevos no son cuerpos, y la tierra nueva no es tierra, más que un coche nuevo es un coche que no es un coche.)
Como dijo Job: «Sé que mi Redentor vive, y que al final estará sobre la tierra. Y después de que mi piel haya sido destruida, sin embargo, en mi carne veré a Dios; Yo mismo lo veré con mis propios ojos: yo, y no otro. ¡Cómo mi corazón anhela dentro de mí!» (Trabajo 19:25-27)